lunes, 29 de noviembre de 2010

Carta abierta al canciller cubano o “no nos equivoquemos otra vez”

Ciudad de La Habana, 28 de noviembre de 2010

A:      Bruno Rodríguez Parrilla
Ministro de Relaciones Exteriores
República de Cuba

Compañero Ministro:
Como ciudadano cubano, militante comunista y miembro de la comunidad LGTB de la Isla, expreso mi total y más enérgico desacuerdo con el voto de la delegación de Cuba ante la Tercera Comisión de la Asamblea General de la ONU, a favor de una enmienda que elimina la mención explícita a la orientación sexual de la resolución periódica que condena a las ejecuciones extrajudiciales, arbitrarias o sumarísimas.
Apoyo además la Declaración sobre este tema que emitió la Sociedad Cubana Multidisciplinaria para el Estudio de la Sexualidad Sección Diversidad Sexual (SOCUMES) y el Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX), la cual aduce con toda razón que “aunque en la enmienda aprobada nuestro país expresa su posición de condenar “razones discriminatorias, cualquiera que sea su base”, en la práctica se suma al voto del grupo de países que contemplan a la homosexualidad como un delito dentro de sus legislaciones, incluyendo la aplicación de la pena capital por ese motivo, en cinco de ellos”.
Hago notar lo incomprensible que resulta este ejercicio diplomático a la luz de la política que sigue nuestro Estado en esta materia, pues la legislación cubana no contempla condenas en relación con la orientación sexual o la identidad de género de sus ciudadanos; y numerosas instituciones, grupos y personas de la comunidad LGTB han trabajado durante años para la implementación de un Programa Nacional de Educación Sexual, que defiende el respeto a la libre orientación sexual e identidad de género como un derecho humano.
Incongruencias de tal naturaleza podrían ser contraproducentes para este propósito que nos involucra a tantos en función de superar viejos esquemas mentales, e incluso para la imagen internacional de la Revolución. La contradicción es más evidente después de que en agosto último su líder histórico, el Comandante en Jefe Fidel Castro, valorara honesta y valientemente como “una gran injusticia” las prácticas homofóbicas que por prejuicios y desconocimiento sucedieron en nuestro país durante épocas por fortuna ya superadas.
Contrasta también que en esta votación Cuba se apartó de la posición de aliados estratégicos que integran junto con nuestro país la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), pues Venezuela y Ecuador estuvieron en contra de esa moción. Tampoco coincidimos con ninguna de las naciones latinoamericanas.
Considero que a los estados africanos, asiáticos, caribeños y otros que suscribieron la enmienda finalmente aprobada  y que tradicionalmente apoyan nuestras justas luchas en Naciones Unidas, debiéramos expresarles en cada oportunidad posible —como amigos que son del gobierno cubano— la sincera preocupación de Cuba en relación con la homofobia y la discriminación por orientación sexual, en cualquiera de sus manifestaciones y en todo tipo de circunstancias.
Me permito este señalamiento a título personal, teniendo en cuenta los reiterados llamados del General de Ejército Raúl Castro, presidente de los Consejos de Estado y de Ministros y segundo secretario del Partido Comunista de Cuba, que desaprueban la falsa unanimidad entre los revolucionarios y alientan la necesidad de “fomentar la discusión franca y no ver en la discrepancia un problema, sino la fuente de las mejores soluciones”.
Escribo además con toda la admiración que la inmensa mayoría de las cubanas y los cubanos sentimos por la profesionalidad, espíritu combativo y vocación justiciera de nuestra diplomacia, la cual hace solo semanas volvió a darnos otra evidencia de ello, al conseguir por 19 años consecutivos una aplastante votación en la Asamblea General de la ONU contra el bloqueo a Cuba, victoria muy necesaria y reconocida por nuestro pueblo.
Por tales motivos, compañero Bruno, le envío esta carta abierta a través de la dirección electrónica oficial del Ministerio de Relaciones Exteriores (cubaminrex@minrex.gov.cu), además de publicarla en mi bitácora www.paquitoeldecuba.wordpress.com. Exhorto también al resto de mis conciudadanos, en particular a los miembros de la comunidad LGTB en la Isla, a manifestar su opinión al respecto, con la confianza y sincera aspiración de que —como dice un verso del cantautor Pablo Milanés que viene muy a tono con este asunto— “no nos equivoquemos otra vez”.

Saludos cordiales,

Francisco Rodríguez Cruz
Periodista
Miembro del Grupo HxD (Hombres por la Diversidad)

2 comentarios:

  1. Queridos amigos de HxD, es verdaderamente preocupante que nuestro gobierno haya tomado una postura como esa. Es bien sabido que mientras más explícitas sean las leyes, más efectividad alcanzan. De otro modo caen en ese “lacio” terreno de las interpertaciones.
    Miremos al resto de los países firmantes, y comprenderemos inmediatamente el significado de este “ingenuo borrón”.
    En última instancia, estamos promoviendo con esa frma que en otras latitudes se cometan crímenes estatales contra seres humanos de sexualidades disidentes.
    Una lucha similar tenemos en Cuba, con el fin de dejar EXPLÍCITO en nuestras legislaciones la voluntad gubernamental de proteger y reivindicar los derechos a TODOS sus ciudadanos de TODAS las discriminaciones posibles (si es que esa voluntad existiera).
    Acabo de leer la declaración del CENESEX y de SOCUMES. Es verdaderamente triste una postura tan poco enérgica…
    Es cierto que señalan que nuestro país “se suma al voto del grupo de países que contemplan a la homosexualidad como un delito”, pero eso apenas es constatar un hecho de una manera acrítica. Entonces ¿cuál es la posición de estas instituciones cubanas ante ese hecho? En su declaración dicen: “El CENESEX y la SOCUMES ratifican que en Cuba no existe legislación alguna que contemple condenas con relación a la orientación sexual o la identidad de género de sus ciudadanos”…
    Acaso no ven (o no quieren ver) que el documento firmado en la ONU se refiere a “ejecuciones extrajudiciales, arbitrarias o sumarísimas”, no habla de lo que está en las legislaciones…, sino precisamente de lo que no está y las cosas que suceden de espaldas a esos marcos legales, lo cual pone en evidente desprotección a las personas.
    Esperemos que al menos las organizaciones de nuestra sociedad civil en formación puedan mostrar un posicionamiento más claro y contundente, como el realizado por Paquito en su carta. Por eso sumo mi voz a la suya y llamo a los hombres y mujeres de bien, cualquiera sea su sexo, orietación, rol, etc., a pronunciarse en este sentido.

    ResponderEliminar
  2. En efecto, la postura del CENESEX y SOCUMES ha sigificado un distanciamiento de la postura cubana en la ONU a este respecto. Eso me parece loable, y no dejo de reconcerlo, sobre todo por eso que dice Yasmín de que es un paso que puede ser el comienzo de un largo y fructífero camino.
    Ahora, lamento no coincidir con los argumentos de Roque, en tanto la declaración no es tan clara como él afirma. Ser claro hubiera sido decir justamente lo que Roque ha escrito muy claramente: "están en desacuerdo con el apoyo de la enmienda a esta resolución por nuestra delegación ante la AGNU". ¿En alguna parte de la declaración dice algo así? La he vuelto a leer, y he confirmado que no está.
    No me parece haber sacado nada de contexto (ni con buenas ni con malas intenciones), me limité apenas a citar un pedazo de la declaración para poder comentarla. Yo particularmente reconozco el trabajo del CENESEX y de SOCUMES, pero el tema a debate justamente SÍ ES "la política del país", no el trabajo de estas instituciones, que siempre que sea posible es importante celebrar y estimular.
    Reconozco mi desconfianza del trabajo institucional (que por suerte para mi salud no llega a la categoría de fobia). ¿Será gratuita mi desconfianza o estará basada en el histórico mal trabajo de nuestras instituciones? ¿La confianza habrá de basarse en la experiencia positiva acumulada, o solo en el optimismo o voluntarismo del que confía? Sé de la buena fe y el esfuerzo de muchas de las personas que trabajan en estas instituciones, sobre todo el caso de Roque, a quien tengo el honor de conocer hace años. No obstante, mi apreciación es que no se trata de buena o mala fe, sino de problemas estructurales y de diseño de nuestra sociedad, que impiden que toda la potencialidad de estas instancias se exprese y dialoguen de modo diafano con la realidad.
    Sería muy saludable conocer el contenido de esas reclamaciones que Roque anunciado, y no yo personalmente, sino la ciudadanía, que a estas alturas no sabe nada de esto que estamos debatiendo aquí ya que no ha sido noticia en nuestros medios masivos de prensa.
    Siento que la labor crítica de la ciudanía está tanto en emprender acciones por sí misma (como bien dice Paquito "no podemos dejarlo todo en manos de entes colectivos"), pero también está en la vigilancia de NUESTRAS instituciones. Las miradas complacientes casi nunca llevaron a nada productivo. Es por eso que reafirmo mi alegría por este paso dado por CENESEX y SOCUMES, y mi tristeza por lo poco claro y poco enérgico de su texto.
    Una modesta idea, como un simple gay cubano, es que quizás HxD, como joven y fresco colectivo de activistas, pueda consensuar una declaración sobre este tema, y hacerla pública en este y otros espacios, si así lo decidieran sus miembros.
    Un abrazo a todos,
    Isbel Díaz Torres
    PD: aprovecho la oportunidad para tasladarles a los chicos de HxD mi afecto y el recuerdo de aquella intensa semana de trabajo (y la fiesta del final... jejeje)

    ResponderEliminar